La mujer ciempiés
enloqueció
el día que quiso
hacerse una pedicura
y se quedó a medias.
En el salón parisino
de la dama
cien zapatos libres
de callos y hechura
se lanzan a las calles,
el corazón en los tacones
el aire desandando pasos
y en cada esquina
un acertijo.
La mujer descalza
allá encerrada
rememora cien bailes
en los palacios mes selectos
se recoge las cien enaguas,
trepa al balcón
y salta,
a la mujer medusa
le crecieron alas.
Fotografía: Beatriz Gil
Poema: Isolda Font
Se me da muy bien el poema, amiga. Muy ameno.
ResponEliminaAbrazos