Siete lunas en la grupa
de un caballo cojo,
bajo sus tres patas
siete feroces reflejos
como siete redondas lanzas,
en el cielo
ni una estrella blanca.
Siete lunas a hombros
de un caballo viejo,
siete sombras
y una lápida.
Al caballo muerto
siete espejos
lo acompañan,
en el aire
ni un relincho,
en la grupa del cielo
una estrella blanca.
Muy lírico.
ResponEliminaSaludos
gracias por tu comentario +Nel Moran, saludos!!
EliminaMagnifico, Isolda, tiene recuerdos a Lorca. Un fuerte abrazo. Lo comparto.
ResponEliminacuando se mezcla la luna con la muerte, a Lorca le da por aparecerse. Gracias, +Alfredo Cernuda
EliminaMe encaaaantaaa!!!
ResponEliminaLa gran obra picassiana sobre el reflejo de la guerra.
Saludos
así es, Paula, un saludo!
EliminaMe gustan tus poemas, parecen "poemas desnudos" ... no me canso de leerlos y releerlos ...
ResponEliminagracias, doctor
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