En Paris, après la pluie,
la torre se precipita
hacia el ventanal
como un imán
a espiar a los amantes
todavía entrelazados.
En Paris, après l'amour,
los jinetes sin montura
juguetean
entre las sábanas.
En Paris, après la pluie,
al gigante de metal
se le escapa una lágrima.
Foto: Beatriz Gil
Poema: Isolda Font
Magnífica!!!
ResponEliminaParis, la ciutat de l’amor vetllada per un dolç gegant de metall ...
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