Una anciana
envuelta en lana
va recogiendo pedacitos
de escarcha
los mete bajo su chal
-con cuidado-
antes de devolverlos al cielo
como si fuera un molino
y ríe...
y yo me escondo
a observar sus secretos
hasta que
la nube de cuervos
dejada por el viento
me delata
y la anciana se zambulle
-para siempre-
en un enorme charco
de agua.
Sí, cierto, los secretos que se esconden en la escarcha tiene eso, en cuando aparecen los cuervos se diluyen como un azucarillo en agua tibia o se sumergen entre los chales de una anciana.
ResponEliminaaquesta m'agrada molt, sóc l javi (àlex vargas), sembla senzilla però té imatges molt ben escrites.
ResponEliminamerci, Javi :-)
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