Me llevas delantera
de siglos y agua
entretejiendo la madrugada
con ansias de chimenea
y cocina a fuego paciente.
Sobrevives
a diez metros
de lo visible,
eres la mano que
me acaricia la cara
con las nostalgias que pasan
la serpiente sin cascabel que
se acoge a mis piernas
hasta el torbellino
el amigo marchito que
sonríe en la fotografía
eres el viaje pendiente,
la sombra que dibujo
en la charranca fosilizada
un guijarro extraviado,
un sonámbulo que respira.
Armada con
la cabellera de plata
de una diosa ya enjuta
eres la sala que
antecede al beso
y a la locura.
Me llevas delantera de siglos y agua. Genial. Un abrazo, Isolda. Lo comparto
ResponEliminaImpresiona, gracias, cariños, Rosina
ResponElimina