diumenge, 15 de març del 2015

Perdonadme el silencio

Vivo a codazos,
dando tumbos
soy un espejo a retazos,
un cangrejo sin rumbo.

La muerte va y viene...
un paseo que encoge el mundo
la pereza del que tiene,
ese océano profundo.

El sabio renuncia a su cargo
y amanece otro más astuto
un aleteo blanco, el letargo
de un oasis mudo.

Vivo al destajo
de un sol meditabundo...
del pico del grajo
cuelga un silencio rotundo.



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