Cómo hago
para atravesar la cortina
que se me pega a la cara
si siento el enjambre
prenderse a mis nostalgias,
aquél niño de arena
que habitó mis años más tersos
el mar hecho púrpura,
Tannhauser velando la casa.
Cómo hago
para encaramarme como la hiedra
a pesar de mis montañas
si las manos se me amordazan
cuando se juntan todas las ventanas
y me cantan.
Cómo hago
para llevarme a la muerte de paseo
mas allá del acantilado
si a la hora del tornado
llega Mahler y la rapta.
Cómo hago
para acribillar a mi musa
con las palabras que me descalzan.
Hermoso poema el que te ha inspirado esa ópera de Wagner. Comparto, querida Isolda. Besos y feliz comienzo de semana.
ResponEliminamuy lindo gracias
ResponEliminaUuhh. Maravilloso, Isolda, un fuerte abrazo.
ResponEliminaSe me da muy bien el poema, amiga.
ResponEliminaAbrazos
Brutal, este poema rezuma música, sin necesidad de reproducirla, oigo al Minnesänger, y se me aparece de repente el bueno de Gustav ... ¿quien será la musa del poeta?
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